Semana atípica para el cartero. Arrancó, siete días atrás, con el baldazo de agua fría de la decisión del juez. Tres movilizaciones en avenida San Martín, con amplia difusión en los medios y presencia en el acto del Jefe Porteño, Mauricio Macri, para que no se olvide de la consigna de varios: Comu no se vende. Exactamente siete días después, buscaba coronar la semana con aunque sea una alegría, aunque no sea más que futbolística (hoy, claramente en segundo lugar lo relativo a la pelota). Pero no pudo vencer a Flandria en un partido trabadísimo, con escasas llegadas al arco y en el que encima Stoklas anuló dos goles, uno para cada uno. Al partido no le cabía otro resultado que el 0 a 0. Se jugó cómo lo que era, como una final. Varias amonestaciones, pataditas de más y mucha protesta. Pero el fútbol se quedó en los vestuarios. El resultado le sirve más a la visita claramente, porque el Canario quedó por primera vez en el certamen sólo en zona de promoción, a 2 puntos de Armenio, faltando cuatro fechas. Comu mantiene la distancia de la fecha pasada ante el rival de hoy. Quizás, por cómo se iba dando el partido, el empate no era un mal resultado, sobre todo porque era algo más Flandria. Pero con la expulsión de un hombre del local, llevarse los tres puntos era casi tarea obligada. No se podía dejar pasar la oportunidad de estirar a 7 la ventaja, sobre 12 en juego, obligando a ganar 3 partidos a Flandria y a esperar que el cartero sume menos de dos puntos. Pero no pudo, y ahora hay que esperar un poco más para pensar en clasificar al reducido.
Poco para hablar del partido. Casi no hubo llegadas. Mucho menos del cartero, que pateó casi nada al arco, y nunca con peligro. A lo sumo se encimó al área, generó algún problemita con centros pero nunca transformó las insinuaciones en llegadas. El canario contó, aunque sea, con intentos desde afuera del área. El juez no ayudó, porque como ya aclaramos, anuló dos goles y además, no convalidó un mano a mano que Avalos erró increíblemente. El que manejó mejor la pelota e intentó algo más, fue el local. Comu se intentó parar de contra, pero al no contar con armadores, tuvo que recurrir al juego por afuera; por izquierda sólo intentaba Banegas (Pagés no siente la posición de tres a la hora de proyectarse) y por derecha las subidas de Civit no obtuvieron respuesta de una apagada presencia de Maxi Acosta, que venía de romperla ante Sarmiento. Por lo tanto, Ávalos y Romero quedaron exluidos, arriba de todo, esperando algún pelotazo. Si encima de que vienen en bajo nivel, no los ayudan los compaañeros...
Nada cambió en el segundo tiempo. Flandria seguía tomando la iniciativa, pero con pocas y casi nulas ideas. Pudo tener su gol pero se fue cerca un cabezazo. Stoklas no le dio un penal al conjunto de Jáuregui, cuando muchos pedían mano. La jugada, al menos, fue dudosa. Pero no mucho más que eso. ¿Del cartero? NADA. Ni un sólo disparo al arco. Ni siquiera la expulsión lo ayudó. Centros y pelotazos, nada más. Pizzo tampoco se la jugó. Hizo cambio de hombre por hombre (salieron Romero y Avalos para el ingreso de Chiquilito y Churín) y no modificó el esquema. Sobre el final, privilegió poner a Demaio antes que a Tello, con lo que claramente buscó cerrar el partido. A veces da la sensación de que al DT no le gusta arriesgar, pero más allá de eso, el cambio fue inentendible. El partido había que ganarlo, y teníamos uno más...
Quedó al desnudo la falta de delanteros que hay en el plantel. Sin el Gianfelice y con Chiquilito en bajo nivel, Comu no tiene atacantes de nivel. Las chances que tuvo Churín, por ahora fueron pocas, y si bien no desentonó nunca, sólo convirtió un gol. Así se hace difícil.
Pero el cartero está más vivo que nunca. Los hinchas de Comu sabemos lo que es levantarnos de las peores, y vamos a hacerlo una vez más. Nos vamos a salvar de la promo, vamos a clasificar al reducido y el club va a volver a ser nuestro. Agronomía no se va a rendir...
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