miércoles, 28 de septiembre de 2011

PREMIO AL QUE QUISO GANAR


Se cortó la suerte. Alguna vez iba a tener que pasar. Ya lo había reconocido Vaccaría en declaraciones pos partido contra Italiano. Este equipo tiene suerte. Logra convertir antes que el rival y luego aguanta como puede. Por eso en todo el ciclo de Pizzo, desde la temporada pasada, nunca se dio vuelta un resultado; no se sabe como.

Hoy, se arrancó perdiendo y se logró empatar. Pero el empate era lo que este equipo quiso buscar desde el minuto cero. Por eso se metió atrás, por eso demoró en todas las jugadas. Por eso nos vacunaron en la última.

El primer tiempo arrancó parejo, con buen ritmo, pero con pocas llegadas en comparación a lo que se arrimaba al área. Cole, logró convertir en una de las últimas, cuando se moría la primera etapa. Por eso Pizzo metió toda la carne al asador, aunque dejando demasiado escuálido el mediocampo. Sacó a Cogrossi, de aceptable primer tiempo y puso a Gianfelice. Pero también sacó a Civit, algo difícil de entender, teniendo en cuenta que ayuda en la generación y aporta en la marca. En su lugar, ingresó Sotelo. El medio campo quedó totalmente desguarnecido. Con Staino por derecha (sin vocación para la marca), Sotelo por izquierda (otro jugador más ofensivo que defensivo) y Lamas en el medio, que ni colaboró en la marca ni le dio un paso a un jugador con camiseta amarilla y negra. Con ese medio campo mucho no se podía pedir. Pero a pesar de todo, se encontró el empate gracias a Gianfelice, a quién le hicieron el penal y quién lo convirtió. Después de eso, el medio campo no paró a nadie, se retrocedió demasiado y Staino, solitariamente, debió cargarse el equipo al hombro, que con dificultad, hizo lo que pudo dentro de las posibilidades del contexto. Con la entrada de Molfeso, Comu tuvo más jugadores para generar, y cuando consiguió recuperar la pelota por errores del rival, logró arrimarse al área, aunque sin demasiada profundidad.

Pero la constante del segundo tiempo fue un Colegiales apostado al ataque, y un Comunicaciones metido en su área, totalmente desarmado en el medio y con los delanteros aislados. Se demoró en toda pelota detenida, se buscó aguantar y llegar a los penales. Pero por ser conservador de local, el fútbol hizo justicia (algo que no siempre ocurre). En la última jugada, una pelota abierta hacia la derecha sobra a Sartori, que primero no logra interceptar el pase y luego no puede frenar el centro. La jugada se ensució pero apareció Vildozo, que capturó una pelota en el área y definió con fuerza al medio, con el arco desguarnecido tras el pase atrás. Sobre el final, se perdió porque hubo un equipo que quiso ganar en los 90 y no llegar a la lotería de los penales.

Ahora, a pensar y repensar mucho para la revancha que tendremos contra el tricolor en la fecha 11. Comu no juega bien, y jugando mal no se llega a ninguna parte. Si se termina la suerte, hay que rezar para que a Lamadrid e Italiano les vaya mal.

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