Como contra Brown de Adrogué, Comunicaciones dio muestra de tener orgullo propio ante derrotas abultadas y no rendirse. Pero nuevamente se quedó en la puerta de conseguir la hazaña. Nada para reprochar en lo relacionado a la actitud. Pero una vez más el Cartero volvió a tener problemas defensivos, en especial el tercer gol, que sale de una contra luego de un córner propio en el que quedamos muy mal parados. Armenio no fue más que el local, pero aprovechó las que tuvo, le sacó provecho a los errores defensivos y después, contó con fortuna para llevarse los tres puntos. No se pudo llegar a la cima, y se perdió una oportunidad importante de seguir sumando ante un rival que no venía bien y encima de local.
Comu había arrancado bien el partido. Siendo más que el rival en la primera media hora. Sobre todo por derecha complicaba a la visita, con Bustos llegando a desbordar y siendo peligroso, además de un Gianfelice muy participativo. Pero las veces que se asomó al área, no concretó y el partido fue bajando en intensidad, algo que le sirvió a al tricolor, que de a poco, y con limitaciones se acercó al arco defendio por Otarola. En pocos minutos, con dos llegadas, convirtió dos goles y le dio un golpe, que parecía, de knock out para el Cartero. El primero es un error defensivo de Giambuzzi que pierde la marca, y en el segundo, otra vez Esteban no puede por la derecha, lo desbordan y nadie puede rechazar en el pase atrás, quedándole el rebote a un hombre de la visita para convertir. No hubo reacción en el primer tiempo, pero Comu salió con todo en los últimos 45 minutos.
Los de Vivaldo se acercaban al descuento, pero por ir a buscarlo, se descuidaron atrás. En una jugada que no puede repetirse, tras un córner mal pateado, viene una contra rápida, bien hecha y encima, con una notable definición de primera de Leo Ramos. Ahí Comu fue con más impetu todavía, y con gente fresca como Brito y Canevaro, dos jugadores que demuestran que pueden estar tranquilamente en el equipo. Primero, Giambuzzi se reivindicó del mal primer tiempo fusilando al arquero luego de un córner. Luego, vino la jugada que más se lamentó al final del partido. Pifia un central de Armenio y le queda al Gordo que gambetea al arquero e increíblemente falla en la más dificil, con el arco solo. Lele Staino, a pocos minutos del final, sería el encargado de meter el segundo, pero en el tiempo que quedó, no hubo demasiadas oportunidades para empatar. Atrás quedaron otras jugadas claras de gol que no se pudieron convertir.
Quedó la amargura de la derrota, de no haber llegado a la punta, y el extraño sabor de haber quedado nuevamente en las puertas de una hazaña, como contra Brown. Hay poco tiempo para lamentarse, porque el viernes habrá revancha contra Temperley, un durísimo escollo en el camino a la ilusión. Confiamos en el Cuerpo Técnico y Jugadores para este nuevo desafío.
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